
La cultura mexicana y una cosmovisión reformacional
Cosmovisión
Autor: Samuel Dávila Ramos
Fecha: 21 Abril 2025
Descripción
Los síntomas de México.
En la psicología, así como en la medicina, se le conoce al síntoma como aquella manifestación reveladora de una enfermedad. Lamentablemente hay enfermedades que son silenciosas ya que no presentan síntomas, tales como la diabetes, el glaucoma, o un cáncer de pulmón; la detección tardía provoca que estas avancen y que no se les pueda dar el tratamiento adecuado para combatirlas y evitar que sigan deteriorando nuestro cuerpo. Lo mismo sucede con la sociedad cuando tiene malestares. Debemos prestar atención a ellos ya que son indicadores en que algo está pasando, y así como en la medicina, si no se detecta, seguirá avanzando y haciendo más daño.
México de la actualidad tiene muchos problemas. Los más destacados van, en cierta medida, relacionados a un tema en específico que es el crimen organizado y todo lo que conlleva, pero en esta ocasión solo se les mencionará los grandes rasgos que son relacionados a la seguridad y me basare en la estadística nacional de llamadas de emergencia al número único 9-1-1. Nada más en el 2024, de las 15,073,439 llamadas procedentes, 8,764,862 fueron relacionadas al tema de seguridad. Dentro de los 5 tipos de incidentes de seguridad, podemos encontrar los siguientes: (1) actos relacionados con la familia, que puede llegar a ser desde violencia familiar, violencia de pareja, sustracción de menores, violencia contra la mujer, maltrato infantil, etc., (2) actos relacionados con personas agresivas, y (3) alteración al orden público. De las noticias destacadas en los noticieros y medios de comunicación está la (4) persona no localizada o desaparecida, (5) el hallazgo de fosas clandestinas o cuerpos tirados en alguna avenida o carretera con señas de violencia, (6) enfrentamientos de grupos armados, entre (7) ejecuciones públicas por civiles armados.
No hay entonces, una sola esfera en la sociedad que no se vea afectada. La violencia se percibe desde el hogar hasta la sociedad, desde lo privado hasta lo público, por lo que podemos deducir que a todos nos compete hacer algo al respecto, y un comienzo puede ser con un dialogo, o, aunque sea, meditando en ello.
Cosmovisión.
Últimamente he estado pensando con frecuencia en la cultura mexicana. Examinando a grandes rasgos sus estructuras políticas, sus tradiciones, las distintas religiones que puedes encontrar dentro del territorio mexicano, me he dado cuenta de algunas incongruencias. Halle datos del CONAPRED 2017-2020 (Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, 2022) donde menciona que el porcentaje de fieles de la iglesia católica romana, en aquel entonces, era de un 77.7%, el de las iglesias protestantes y evangélicas de un 11.2% y, el de personas sin religión o sin adscripción religiosa, de un 8.1%. Ahora me pregunto, ¿Cómo es que, siendo un país altamente religioso, existe también la “narcocultura”, la “necropolítica”, y un culto en muchos estados de la república, a la “santa muerte”? También me hace pensar en uno de los famosos dichos que resuenan y hasta se han agregado en canciones, que es el dicho de “el que no transa, no avanza”, sin mencionar el género musical de “corridos tumbados” o “narcocorridos” que se encuentra en su auge. Generalmente la población suele culpar al gobierno, al pasado, y a otras cuestiones por la situación económica, de seguridad, y de salud del país, y aunque estas cosas puedan ser parcial o totalmente ciertas, se suelen usar más bien como justificación para los actos delictivos que luego realiza el pueblo en manera de represalia. Algo así como “es cierto que yo robe, pero el gobierno robo más”.
Aquí entonces podemos empezar a ver la incoherencia o la contracción entre lo que se profesa ser y las acciones que se realizan por parte de la población, pero ¿en dónde inicia este mal que nos aqueja? ¿qué solución puede haber? Para intentar descubrir las respuestas a estas preguntas, comenzaremos dando lugar a la definición de cultura, sociedad y la persona. La cultura, la RAE la define como “conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos… en una época, grupo social, etc.”. Vemos que se ve afectada por la sociedad y la época en la que este situada. La sociedad, es definida como “conjunto de personas, pueblos o naciones que conviven bajo normas comunes”. Y, por último, hay que hablar de la persona, “individuo de la especie humana”, ya que un conjunto de personas conforma la sociedad, y estos, desarrollan la cultura.
Ahora, ¿Qué es una cosmovisión?, bueno, una cosmovisión es una “visión, o concepción global del universo”. Hay dos libros que me vienen a la mente para hablar y dar contexto. El primero es “Todos somos teólogos” del Dr. R.C. Sproul. Y el segundo es “Filosofía: Quién la necesita” de Ayn Rand. El primero nos menciona que, aunque no todos conocemos de teología propiamente, todos usamos teología al querer dar una definición o una respuesta a quien es Dios, quien es Jesús el Cristo, que es la Biblia, entre otras cuestiones, y el segundo nos menciona que, aunque no todos somos filósofos, todos usamos filosofía para intentar dar respuesta a nuestra manera de vivir. Por ejemplo, ¿Cómo es que sé que tengo principios? ¿Cómo es que sé si mis principios son buenos, o malos? ¿Creo en la verdad, o que todo es relativo? muchas otras preguntas nos podremos hacer, pero la manera en que vivimos es la respuesta a esas preguntas, ya sea inconsciente o conscientemente. Por lo tanto, podemos notar el gran impacto que estas materias tienen en nuestra vida y si es que no estamos conscientes de ellas, debería preocuparnos, pues es el rumbo por el cual nos hemos decidido ir sin conocer sus consecuencias. Pero contrario a lo que mencionan los autores, yo no quiero que tu seas un teólogo, ni un filósofo, ni es mi intención pretender que con este escrito tú te llegues a considerar como uno. Tampoco quiero que lo veas como una batalla cultural. Como diría Th. D. Raymundo Villanueva Mendiola “El que sepas algunas cosas sobre una ciencia, no significa que seas científico de esa área.” (Villanueva Mendiola, 2022, pág. 2) y eso lo aplicaremos a este tema, pero si quiero que veas la importancia que tienen a tu vida.
Contrario a la definición que la RAE nos da de la cosmovisión, yo lo discutiré desde la definición que nos da Alberto M. Wolters, quien lo aborda como “el marco de referencia más global de las creencias más básicas que uno tiene acerca de las cosas” (Wolters, 2013, pág. 6). A diferencia de los ejemplos anteriores, estas creencias siempre vendrán acompañadas de conocimiento, es decir, siempre estarán presentes y podrás acceder a ellas con facilidad. Entonces podemos encontrar dos caminos, el de hacer las cosas de manera consciente, o el de manera cegada, ya sea por tradición heredada por la familia, por el estado, o conductas aprendidas en la sociedad. Como dirían “se hace camino al andar”, aunque no sepas que puedes estar yendo a un acantilado.
Distintas respuestas.
Hay muchas posturas en cuanto al hombre, su naturaleza y el origen de la maldad, pero creo que la idea del pensamiento de Rousseau es la que vemos recurrente en la población en general. Ella consiste en manera general en que el hombre es bueno por naturaleza, pero en algún momento la sociedad lo corrompe. Como mencione anteriormente, si la sociedad está compuesta por muchos hombres, a los que nombraremos “individuos”, ¿Cómo es que se corrompió el primer hombre? Esta idea que el filósofo nos da queda entonces sin respuesta.
También desde un punto de vista psicológico, se podría suponer que esta corrupción se genera en algún punto de la niñez del individuo, en alguna etapa del desarrollo de la estructura psíquica que, a su tiempo, dará como origen el comienzo a la putrefacción del individuo, o bien, que puede ser aprendido en cualquier instante de la vida al momento de interactuar con otros individuos. Aunque con buena intención da acercamiento a la respuesta por el análisis desde la infancia, hasta el impacto que tiene con la sociedad, termina con una similitud al pensamiento de Rousseau, ya que supone que la maldad se hace o nace en algún momento debido a que el individuo interactúa con la sociedad, ya sea esta su primer núcleo de sociedad, que es la familia, o con alguien externo.
Postura Reformacional.
No es mi propósito hablar del todo en cuanto a que consiste la postura reformacional, pero si mencionare que tiene un marco de tres puntos que son, la creación, la caída y la redención. Tampoco abordaremos cada uno de los puntos, pero la intención será mostrar que el segundo punto produce los síntomas que nos aquejan en estos momento.
¿Cómo es esto? Pues volvamos a los mismos ejemplos que agarramos como síntomas. Antes de la caída Dios bendijo la unión entre el hombre y la mujer para que fuesen una sola carne y se multiplicasen, también le dio al hombre trabajo en el Edén llamándole a sojuzgad la tierra y a dominar a los peces y aves del cielo y a todos los animales.
¿Qué produjo la caída? La caída afecto a la mujer en el sufrimiento al dar a luz a sus hijos, al hombre le afecto en el trabajo, ya que ahora con sufrimiento trabajaría para poder conseguir su alimento diario y eso no es todo, sino que la misma creación se vería afectada, produciendo espinas y abrojos entre otras cuestiones. También enfermedades al cuerpo y la muerte del ser humano como última instancia. Tenemos normalizada la muerte del ser humano que damos por hecho que es parte del ciclo de la vida, o de la naturaleza, pero la verdad es que la muerte solo es uno de los tantos efectos que nos da la caída del hombre. Ahora pues, es visible que los síntomas que nos aquejan van en relación con la caída. Que el individuo abuse de su poder y autoridad o que las abandone por completo produce muchas atrocidades. En el hogar trae la violencia familiar, el abandono a dar sustento a su esposa e hijos, el abuso que pueda existir hacia alguno de sus miembros, entre muchos otros. En la sociedad lo podemos ver como una falta de empatía hacia el prójimo, abusando de manera indirecta o directa sacándole provecho a alguna situación a costa del otro. Y en el gobierno seria produciendo una falta de la imposición en la ley, produciendo un efecto de vivir en un estado sin derecho o, al contrario, yéndose al extremo de ser un estado totalitario donde no hay libertades y el gobierno abusa del poder imponiendo leyes a su preferencia.
Ortega y Gasset menciona que en las sociedades suele haber periodos que se les menciona como “época dorada” o la “edad de oro” y aunque es cierto que en la historia siempre hemos visto que hay periodos más tranquilos que otros, en cuanto a guerras, en cuanto a enfermedades epidémicas, en cuanto a estabilidad económica, desde la postura reformacional no se puede llegar a pensar que se pueda producir esta “etapa dorada” en la actual dispensación de la historia. Estamos en el “ya” pero “aun no”, el reino de Cristo está presente, pero aún siguen los estragos del pecado, el reino del mal.
¿Entonces que podemos hacer? Primero, debemos tener un nuevo corazón, un nuevo corazón será lo que cambie nuestra cosmovisión y solo así podremos buscar la redención de estas problemáticas en Cristo. Encontraremos el camino para que tanto el hombre como la mujer sepan cuál es su llamado en esta vida, que como matrimonio sepan cuáles son sus deberes y obligaciones, así también el hijo se someta a sus padres quienes son la autoridad en el hogar. Que cada individuo haga lo que debe y evite lo que no debe en su lugar de trabajo, no abusando ni haciendo omisión de algún acto. Que el Estado sepa cuál es su deber y alcance, e imparta justicia a través de sus medios legales y sepa administrar correctamente los recursos públicos de los cuales dispone, así evitara que la gente tenga que transgredir la ley para obtener dinero. Esto suena imposible, y en cierto aspecto lo es, considerando los alcances de la caída, pero se puede llegar a trabajar en cada uno estos aspectos de manera individual y apoyándonos unos a otros para así observar cómo lo personal terminará influyendo en la sociedad. Aunque no podamos obtener una “época dorada” que se establezca para nuestra generación y las generaciones futuras, si podemos buscar solucionar los síntomas que nos aquejan al día a día. Es bueno cuando se mencionan las metas o visiones de una empresa u organización, ya que se busca llegar a algo concreto, y como cristianos podemos idear algo similar, pero no olvidemos que cada día trae su propio afán. Vivimos en un mundo caído y esa enfermedad que nos hace sufrir y termina matándonos, solo podrá ser erradicada hasta el día en que Cristo vuelva y reine para siempre. Mientras tanto, busquemos su reino, busquemos su justicia, la verdad, busquemos la cura que nos trae por gracia, y es libre para todo aquel que quiera disponer de ella. Así siendo conscientes de nuestros síntomas, podremos darles tratamiento, aunque sea uno parcial hasta que llegue el verdadero.
Solo haciéndonos responsables en nuestra esfera privada y pública para nuestro prójimo, podremos cambiar la sociedad.
Referencias
Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación. (2022). Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación. Obtenido de CONAPRED: https://www.conapred.org.mx/wp-content/uploads/2024/07/Div-Religiosa_final.pdf
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA: Diccionario de la lengua española, 23.ª ed., [versión 23.8 en línea].
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Villanueva Mendiola, R. (2022). ¿Todos somos teólogos? Comisión de Ediciones y Publicaciones Sinodo de la Península & Seminario San Pablo.
Wolters, A. (2013). La creación recuperada. Poiema Publicaciones.